Debido a la gran cantidad de salvapantallas que existen es muy difícil diseñar uno que sea verdaderamente original. Sin embargo, los creadores de Dropclock lo han conseguido.
El efecto que reproduce está relacionado con el reloj del sistema operativo cuyas cifras pasan a formar parte de una animación muy llamativa de la que nunca te cansarás gracias a su estilo cien por cien dinámico.
A través del propio salvapantallas es posible modificar el tamaño asociado a la ventana, hecho que es de agradecer. Así pues, Dropclock tiene un cierto grado de personalización que no acostumbra a estar presente en los salvapantallas de este tipo.
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